Arboletras

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La Editorial Arboleda ha organizado una serie de recitales mensuales en el Espacio Cultural Carmen Naranjo con la intención de dar a conocer escritores emergentes costarricenses, así como escritores invitados de otros países. Esta actividad procura sacar de la gaveta del escritorio a muchos entusiastas valores literarios que no tienen aún la oportunidad de publicar su trabajo pero que vienen forjando una vida en las letras en diversos círculos literarios existentes en el país. La idea es darlos a conocer, “foguearlos” en un espacio de amistad, enlazarlos a través de los vínculos de acercamiento que posee un recital.

En la actividad tiene como antecedente el año 2013 como fecha de arranque del Proyecto ARBOLETRAS. Contó con el Respaldo del Ministerio de Cultura y el Colegio de Costa Rica. 

Consistió en hacer un evento mensual por tres meses.  En la actividad se publicó una edición corta, específicamente para el público asistente, llamada ARBOLETRAS. Se trató de una plaqueta editorial blanco y negro en papel bond o editorial con fragmentos de la obra seleccionada de cada participante. Esta publicación fue gratuita y sirvió de testimonio impreso para un rastreo del quehacer inédito de la literatura que se permea en Costa Rica y que no se visibiliza en las librerías.

Consistió en la participación (por invitación) de escritores emergentes de los diversos círculos de poetas de distintas regiones del país, junto con el respaldo de autores publicados por este sello editorial y de otras editoriales.

Ocasionalmente se aprovechó la llegada al país de autores extranjeros para invitarlos al espacio y participar con su trabajo.

También se contó con la participación musical de los grupos del Programa de Cultura de la Universidad Continental de las Ciencias y las Artes.

La Editorial Arboleda es un fenómeno histórico que se sale del común de las editoriales independientes costarricense, desde décadas atrás ha apoyado iniciativas literarias por puro amor al arte y a los artistas. Los antecedentes de este proyecto tienen raíces en estos principios que fundan este fenómeno histórico.

Ya para el año 1999 algunos escritores empezaron a gestar lugares de lectura se abrieron espacios como los Martes de Poesía del Cuartel de la Boca del Monte. Se trataba de un taller abierto al público dirigido por el poeta Osvaldo Sauma. En donde se realizaba un pequeño recital los días martes y al finalizar el año se publicó una antología con el material seleccionado el cual fue diagramado por los fundadores de la Editorial Arboleda.

Otro antecedente son las Lunadas de Poesía en la sala José Figueres, emprendida por el escritor colombiano residente en Costa Rica Armando Rodríguez. Se trataba de una noche de recitales donde se invitaban de tres a 5 escritores de diverso nivel y estilo, inéditos y consagrados juntos en recital. Era una asimetría sin embargo interesante. Logró reunir en sus noches a mucho público y lograron en dos años publicar dos antologías. En ambas la Editorial Arboleda colaboró ad honoren en los diagramados y en parte de las publicaciones mensuales.
 

Se suma, otra iniciativa cuya sede fue la Casa Cultural Amón donde se lleva a cabo aún en la actualidad otro taller literario en manos del escritor Adriano Corrales, que de igual forma crea el evento “Miércoles de Poesía” y con él se publica al final una antología “Sostener la palabra” que implica un compendio de fragmentos de obra de cada participante en los recitales. Esta publicación la realiza mancomunadamente el TEC y la Editorial Arboleda.

Es en este breve resumen de esfuerzos de difusión literaria por crear espacios de recitales y de publicación donde vemos a la Editorial Arboleda emprender, desde su esqueleto inicial, una labor de apoyo que  ha estado presente en todas las iniciativas en esta dirección desde hace más de 20 años.

Es este entrenamiento de apoyar y gestar la apertura de espacios para recitales lo que hace de una editorial independiente como Editorial Arboleda sea un fenómeno histórico. La presencia de Editorial Arboleda se permea en todas los antecedentes descritos. Nuestro sello empuña ese apoyo y por ello es que nuevamente con la creación del Espacio Cultural Carmen Naranjo del Colegio de Costa Rica nos “envalentonamos” a continuar esta labor que hemos desempeñado en ocasiones tácita y en otras directamente.

Este es el antecedente del presente proyecto, no es una idea original sino una reciclado de la experiencia funcional de los logros del esfuerzo de varios gestores que abrieron espacios para la literatura costarricense de forma valiente.